
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Salmos 51:10).
“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Salmos 51:10).
“Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos” (Juan 15:13).
¡Quisiera que tuviesen tal corazón… para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! (Deuteronomio 5:29).
“Alma mía, en Dios solamente reposa; porque de él es mi esperanza” (Salmo 62:5).
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os Améis unos a otros; como yo os he Amado, que también os Améis unos a otros.” (Juan 12:34-35).
“Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová el Señor está la fortaleza de los siglos” (Isaías 26:4).
Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido… (Mateo 8:24-25).
“Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores” (Mateo 6:12).